Hace ya un tiempo comenzamos a ver y sentir un cambio de actitud en la mayoría de nosotros con respecto a nuestro cuidado corporal a través de la ingesta de alimentos y la actividad física. Recuerdo que unos años atrás, realizar ejercicios, ir al gimnasio, correr o caminar no era algo común; menos aún analizar nuestras comidas diarias. La gente que levantaba peso eran hombres casi en su totalidad y las caminatas matutinas era para mujeres mayores. También recuerdo que nadie le prestaba atención a la vestimenta deportiva ya que uno salía con cualquier jogging y musculosa de algodón vieja que tenía en el guardarropa. Pero el outfit también comenzó su revolución de la mano con esta tendencia más saludable. Todas las marcas deportivas comenzaron a sacar más modelos, estilos y formas en sus colecciones para abarcar a un grupo cada vez mayor de gente que se interesa por el deporte. Claro está que toda esta ropa tiene un costo elevado, pero existen marcas locales que han logrado sacar colecciones de excelente calidad con diseños que se asemejan a las marcas internacionales y que son mucho más accesibles. Han logrado estampados divinos, calces tiro alto muy cómodos, telas resistentes con muy buena tecnología y variedad en la oferta.
Por supuesto uno muchas veces piensa “¿por qué voy a gastar plata en algo que voy a transpirar y arruinar?” o “¿de qué me sirve si no lo voy a lucir?”. Pero lo cierto es que ponernos algo que nos queda bien nos levanta la autoestima y nos motiva a querer salir a hacer actividad física y transpirar. Vernos lindas cuando hacemos ejercicio ayuda a que tengamos ganas de continuar y mejorar nuestra salud. Por último, está bueno saber que podes usar esos conjuntos un fin de semana en el campo o andar por la ciudad cómoda y con un look con onda.
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